Si tuviéremos que jerarquizar en orden de importancia los libros de texto utilizados en la historia de la educación en Hispanoamérica, el catecismo del padre Ripalda tendría que ocupar el primer lugar. Es tan pedagógico que se sigue empleando todavía, pues expresa con gran claridad la Verdad católica que no cambia nunca.
Su autor, Jerónimo Martínez de Ripalda, nació en Teruel, en el reino de Aragón en 1536. En 1551 ingresó a la Compañía de Jesús. Tuvo a su cargo las cátedras de filosofía y teología y fue rector de la Universidad de Salamanca. Se distinguió como orador sagrado. En 1618 publicó el Catecismo y exposición breve de la doctrina cristiana, sobre el que escribimos aquí. También se imprimió su libro Suave coloquio del pecado con Dios. Murió en Toledo en ese mismo año, a los 82 años de edad, sin que haya podido imaginar la gran difusión que tendría su catecismo más allá de los mares y a través de los tiempos.